Buenaventura, 01 de marzo de 2017. El concepto técnico entregado por los funcionarios de la Subdirección de Control y Vigilancia del EPA, sobre las causas que generaron la conflagración de más de seis horas en el aserrío Imaco ubicado en el barrio Antonio Nariño, establece que la conflagración se produjo por la quema de grandes volúmenes de residuos maderables como cortezas y aserrín de Cuangare y Otobo en un área aproximada de 40 m2.

Según información recopilada “en el lugar quisieron producir algo de carbón, obviamente sin los permisos previos, de manera irresponsable y al parecer se les salió de control lo que resultó un gran incendio que generó mucha contaminación ambiental y puso en riesgo la vida de las personas alrededor”, indicó Carlos Julio Castillo, funcionario de Control y Vigilancia del EPA.

La emergencia inició a la una de la tarde, generó grandes emisiones atmosféricas de humo y gases contaminantes a más de 50 metros de altura, desplazándose en dirección Este a Oeste lo que generó molestias en vías respiratorias y visión de las personas que habitan los barrios aledaños; moradores en su mayoría por asentamientos subnormales.

“Afortunadamente las viviendas cercanas a menos de 50 metros de aproximación no tuvieron daños materiales; el rastrojo, suelo y cuerpo de agua correspondiente a zona de bajamar está a escaso un metro del borde del apilamiento quemado”, expresó José Humberto Anizáres Mosquera, director del EPA.

El proceso en un aserradero, según un estudio de biocombustibles densificados, produce cerca de 0.05 y 0.15 toneladas de residuos sólidos por cada tonelada de madera procesada en Colombia, lo que está generando un problema de residuos sólidos.

Para mitigar los impactos ambientales se estará haciendo seguimiento en el sitio donde se presentó las conflagraciones y sus alrededores. A la fecha no se han identificado responsables de este hecho.

Carlos Julio Castillo… Técnico de la Subdirección de Control y Vigilancia del EPA

OFICINA DE PRENSA Y COMUNICACIONES